Tarde de domingo

Tarde de domingo

En mi ingenuidad, sigo pensando que tus palabras van dirigidas a mí. Que me hablan, aunque no sea así. Pero lo que sí hacen es inspirarme como hicieron siempre. Me hacen pensar y sentir. Y nace otro poema. Palabras, las tuyas y las mías, que llenan mi tarde de domingo.