Tardes de junio

Tardes de junio

Tardes solitarias. Interminables como un desierto. Desde que perdí a mi musa y el sendero del bosque, no encuentro mi camino. Ni en la vida ni tampoco hacia las palabras, que antes eran mi consuelo. Apenas escribo y leo. Qué largas las primeras tardes de junio. Qué inabarcable se presenta el verano. Qué vacío tan hondo siento dentro de mí. Nunca he estado más juanramoniano que en estas semanas. Pero es lo que me toca vivir.