Publicado a las 00:38h
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por Rafael Ávila Cañizares
A pesar de las circunstancias, que me mantienen en la incertidumbre y me siguen poniendo la mayor parte de los días nervioso, a diario busco el equilibrio entre el trabajo agotador de horas y esos preciosos momentos a media tarde donde puedo bucear en mí, mirarme para dentro, alejarme del mundo, escuchar las voces de esos otros que me habitan. En ocasiones, se produce ese milagro del ensueño y surge el poema. Lo paso a limpio a mano, con letra cada vez más pequeña. Luego, tristemente, lo guardo....